Quisiera recomendarles, desde ya, una de las películas más importantes del año. Pasada completamente desapercibida y sin mucho alarde (por estrenar en mera temporada de premios), se trata del drama humano/político Official Secrets (Secretos de Estado). Una sencilla, inteligente, valiente y tremenda película sobre el caso de la vida real de Katherine Gun, mujer “común” que decide revelar un sospechoso memorando que indicaba la búsqueda activa de inteligencia, por parte de Estados Unidos, para cubrirse y hacer legal el ataque de guerra a Irak (dentro del voto de la ONU), por una supuesta inminente amenaza. A partir de esa filtración es que sucede el resto de la historia: un vistazo a lo que sucedería luego de ese pequeño –pero gigante– acto impulsivo de conciencia moral e increíble valentía de esta mujer.

Como parte del aspecto específico de su relato, Official Secrets se centra en su protagonista desde un principio, parte de una caracterización que la representará a lo largo de todo el filme. Al mismo tiempo, la película se permite contar el hallazgo y consecuencias de esa acción individual hacia todos los ámbitos que estuvieron involucrados. Mientras muestra las repercusiones a nivel macro de cada persona que fue parte de los sucesos de esta historia, se permite profundizar poco a poco a su protagonista, con tremendo respeto y empatía.

La excelente actuación de Keira Knighley como Katherine Gun.

Sin querer contarles más, me atrevo a decir que pocas personas verán el verdadero valor de una cautelosa producción como esta. Mientras que representaciones huecas (*cof, cof* Judy) o sosas (*cof, cof* Joker) llegan a brillar entre el público y destacar de entre el montón, Official Secrets pasa sin pena ni gloria. Es una manera de dejar olvidadas las historias más sencillas, pero con enorme peso, profundidad y, sobre todo, importancia. Por ahí, es posible que pueda entrar el aspecto ideológico y temático en una lectura más conceptual de la película, pero es la distribución de sus partes y el manejo de sus aspectos dramáticos que la eleva como pieza narrativa de alta calidad.

Al oscilar entre lo privado y lo público, la organización de esta película sucede de manera compleja, pero bien organizada, para comprender los acontecimientos a nivel racional. Entonces, las actuaciones (excelentes todas), las pausas narrativas y cuidadosa observación de los sucesos permiten que el filme se comprenda a nivel emocional. Es cuando se aprecia que cada momento esté bien planeado para llevar a la resolución conocida por quienes siguieron la historia de Katherine Gun en aquel entonces.

Matthew Goode y Matt Smith en la parte periodística de Official Secrets.

Entre thriller político, relato periodístico, muestra legal y drama humano, Official Secrets hace un balance cuidadoso de cada una de sus partes y las compone en el conjunto más generoso hacia una figura con ideales y de enorme valentía. No solo permite que la versión periodística sea parte vital de la historia, sino la demostración del error humano y sus consecuencias; además de las maneras en que las altas instancias gubernamentales –y de poder– tienen más por esconder de lo que nos imaginamos (o ya se sospechaba y queda apenas confirmado).

Katherine debe esperar un año para conocer si será sentenciada ante la corte de justicia.

Sin abusar del melodrama, la película consigue mostrar la dosis adecuada de riesgo ante los peligros de enfrentar al sistema. Cómo una decisión puede afectar a aquellas personas que más se ama y el nivel de impersonalidad que sucede ante las decisiones políticas de –verdadero– alto riesgo. Al final, además de no tener ni un segundo aburrido de su metraje, Official Secrets es cine importante, profundo y de una enorme relevancia que pasa desapercibida por la mayor parte del ojo público. Cuando las historias se cuentan con tan buena destreza cinematográfica, nunca haciendo alarde de los niveles técnicos que implica hacer una película, es cuando más se debe poner atención y encontrar el valor en una merecida sencillez. Porque son las sensaciones y emociones las que perduran a lo largo de los turbios acontecimientos de algunas vidas.

9/10