Cada vez se vuelve más difícil encontrar un balance entre películas estrenadas durante cierto tiempo y aquellas que se atrasan por motivos de premiaciones o llegadas tardías al cine (en temporada). El agregado más importante ahora es el estrenar una película en una plataforma, lo cual la convierte, oficialmente, en un título de ese año y ya no califica como estreno de temporada de premios. Lastimosamente, los filmes gringos son los más accesibles de ver y de distribuir. De ahí, los mejores títulos posibles son cada vez más internacionales y menos producidos en Hollywood. Por ejemplo, títulos como Quo Vadis, Aida? (Bosnia y Herzegovina), del año pasado, o Drive My Car (Japón) The Worst Person in the World (Noruega) y ¿Qué hacemos cuando miramos al cielo? (Georgia), de este año, serían, en muchos casos, elecciones fáciles en listas como esta. Pero con la enorme duda de si estos títulos siquiera podrán ser vistos en alguna plataforma oficial para Latinoamérica, las elecciones de esta vez serán una mezcla entre lo que estrenó de manera oficial y aquellas que se pueden encontrar a través de medios menos convencionales. Entonces, he aquí la lista de mejores películas del 2021, con la convicción de que ninguna es perfecta, pero el conjunto de los aspectos que las componen dan, como resultado, momentos geniales del cine.

Un par de menciones honoríficas: Stillwater, The Map of Tiny Pretty Things y The Wrath of Man.

Las peores: Cherry, I Care a Lot, Nobody, Those Who Wish Me Dead, The Woman in the Window, Reminiscence, Ghostbusters: Afterlife y Last Night in Soho.

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10. The French Dispatch

El regreso del popular director viene con una de sus películas más elaboradas, complicadas y llena de detalles que amerita ver más de una vez. El estilo extravagante y minucioso de Wes Anderson atrae a cualquier cinéfilo y espectador casual. Más que con cualquiera de sus películas anteriores, The French Dispatchprioriza la forma ante el contenido, pero lo hace al servicio de contar tres historias que dependen de esos aspectos formales para sostenerse mejor. Pocas veces, una película tan “andersoniana” puede sostenerse por el simple hecho de ser dirigida por este ya muy reconocido director.

The French Dispatch. Searchlight Pictures.

9. Passing

El debut de la actriz Rebecca Hall como directora trae a la pantalla diferentes capas de significación que albergan un sentimiento general: el anhelo por la vida de alguien más. A través de eso, los momentos que componen la historia de dos mujeres que se reencuentran haciéndose pasar por personas blancas fluyen entre magnífica fotografía en blanco y negro y las tonadas musicales que traen solo preguntas antes de querer responder cualquier pregunta. Esta es de esas películas que se profundizan enormemente al conocer que ciertos pasajes sucedieron de peor manera en la historia del mundo real.

Passing. Netflix.

8. Luca

Para encontrar un entretenimiento saludable, pero con buena caracterización de personajes, un mundo entrañable y colores vibrantes, Luca será recordada mejor que la mayoría de las películas animadas de este año. Con merecida sutileza, los temas de curiosidad, tolerancia, amistad y crecimiento están presentes en esta agradable historia de monstruos marinos y las aventuras que se puedan tener en una costa italiana. Ojalá que de esta sí se le ocurra a Pixar hacer una secuela, que sí se presta para continuar y que sí sería interesante ver.

Luca © 2021 Disney/Pixar.

7. Eternals

Contra todo pronóstico, la película peor calificada de Marvel resultó ser, para quien esto escribe, una de las mejores que ha producido esa marca (bajo la supervisión de Disney). La elección de contratar a una directora del ambiente independiente (luego ganadora del Oscar), Chloé Zhao, y la de contar una historia de personajes desconocidos desde los cómics, son algunas de las razones por las que Eternals pareció no funcionar para muchas personas (especialmente críticos). Sin embargo, como increíble sorpresa, la desorganizada narrativa —nada lineal— de este filme, junto con el curioso estilo de la directora, quien imprime cierta naturalidad a un mundo completamente artificial y lleno de efectos especiales, se sostiene por la construcción curiosa del reencuentro entre personas que son familia. La fragmentación narrativa sostiene el continuo descubrir de la película, claramente coral, la cual posiciona a su elenco como el núcleo emocional de la historia. Las creencias, discusiones, lealtades y riñas son parte de las dinámicas de esta familia disfuncional. Hasta que prevalecen, en una brillante batalla final, el amor, perdón y comprensión que se tienen entre sí.

ETERNALS. ©Marvel Studios 2021.

6. The Power of the Dog

Luego de doce años sin estrenar una película, Jane Campion regresa con una especie de thriller hecho western, hecho drama familiar, hecho relato erótico sin ser explícita una sola vez. Esta conformación de géneros, mezclados con impecable talento, conforman una historia de naturaleza confusa, que reta al espectador al enmarcar cada una de sus decisiones creativas con planos cuidadosamente calculados y sugestivos (especialmente sugestivos), pero sin perder el sentido de la belleza estética del cine puro. Este es filme que se debe observar con cautela y precisión, así como se nos presenta y está diseñado. Un relato de altos, bajos y medios en el que nadie sale como vencedor valiente o como el simple villano. La sensibilidad de Campion está a la orden del día, como si hubiera hecho películas todos los años, campante y sigilosa como lo mejor que verán en mucho tiempo.

The Power of the Dog. Netflix.

5. Old (Viejos)

La mente de M. Night Shyamalan funciona de maneras fascinantes a la hora de hacer sus películas. Aún mejor: las variadas formas en que transmite sus ideas a través de la pantalla hacen que se le considere como el peor narrador posible o, como aquí queremos rescatarlo, uno de los más intrépidos. Sin importarle mucho sobre convencionalismos o estructuras o siquiera los límites de la exageración, la playa en Old, que envejece a las personas a un ritmo acelerado, es un protagonista más en la locura y astucia de esta película. A Shyamalan hay que verlo más allá de lo que nos muestra y convertir su texto en los magníficos conceptos que maneja aquí: desde el miedo a envejecer, a lo desconocido, a la soledad y hasta el miedo mismo a la humanidad; solo para darle la vuelta a la moneda y presentarnos la sensibilidad, entendimiento y amor que viene con las adversidades del tiempo y de la vida.

Old. Universal.

4. The Last Duel

La maestría octogenaria del veterano Ridley Scott se ve sostenida con el relato tremendamente directo en su narración y conceptos que vemos en The Last Duel. Con un guion de Matt Damon y Ben Affleck (junto con Nichole Holofcener), este es el clásico ejemplo del narrador poco confiable hecho texto dentro de la historia. Separada en tres secciones, la película presenta dos versiones masculinas y una femenina sobre lo que en realidad sucedió entre los muros de los castillos durante la Guerra de los cien años (en Francia e Inglaterra en los 1300). Las perspectivas que Scott consigue representar, a través de los detalles, sutiles pero claramente expuestos en las imágenes, elevan cada mínimo momento del metraje. Por más que exista la necesidad de clarificar la tesis propuesta al principio y al final, la manera experta en que es llevado el resto del relato consigue enganchar hasta el último momento del desarrollo cautivante, frustrante y, a ratos, hasta cruel.

The Last Duel. 20th Century Studios.

3. Minari

Esta es la sencilla historia de una familia coreana que debe sobrevivir entre trabajos, nueva casa y nuevas experiencias al mudarse por motivos de dinero. Es un pequeño, gran drama familiar que se aferra al sueño americano, solo para enseñarle a cada personaje que es mejor dejarlo ir al final del día. La sutileza con que cada momento es dirigido y el amor con el que cada escena transcurre permite que las frustraciones de esta familia parezcan pinceladas del cuadro melancólico más bello jamás pintado. Con un poco de buen humor y la representación curiosa de los cuatro elementos como parte fundamental de sus significaciones, Minari se hace parte de la generación de filmes que representan el descubrimiento de tantas perspectivas de vida que pueden existir en el mundo.

(Nota: esta es película de la temporada de premios pasada. Con la esperanza de que estrenara en salas de cine, no fue parte de la lista el año pasado. Aunque no haya logrado tener distribución en salas, me atrevo a ponerla aquí porque fue durante este año que la vi por primera vez.)

Minari. A24.

2.The Green Knight

Pocas veces se verá un cuento de caballería artúrico mejor que este. He aquí un viaje de emociones, sensaciones, crecimiento, coraje, valentía, temor y cobardía que enganchará hasta a la persona más escéptica. Una exquisita sucesión de aventuras que pretenden hacer cambiar al personaje principal, pero que terminan cambiándolo a uno como espectador. Sin temor a confundir, y casi descarada en su naturaleza alegórica, The Green Knight empieza de una manera, solo para terminar de la forma más explosiva, más avasalladora. Pocos finales serán como el gigantesco salto de fe que se presenta aquí. Las mil y un interpretaciones que puedan conversarse de este filme serán lo que la sostenga a través de los años y —¡ojalá!— lo que la haga un fresco descubrimiento para cualquiera que se la tope en el camino. Memorable.

The Green Knight. A24.

1.West Side Story

El enorme Steven Spielberg resulta inigualable en sus acercamientos como director. Su visión es la de un maestro de la composición, de la ambientación, de la puesta en escena y de lo que hace del cine, cine. No había que desconfiar de él en primer lugar. West Side Story es un descuelle de emociones, de colores y de maestría cinematográfica. El contar esta historia una vez más tenía que venir de una interpretación clara de los nuevos tiempos, del respeto por lo que mantuvo en un pedestal a la versión original, y de una emoción por reencontrarse con personajes entrañables, ritmos bailables y letras de canciones eternas. Podrá no ser para todo el mundo, pero no se le puede negar la explosión de brío musical y cinematográfico que compone toda la película. Eso, junto con los subtemas latentes de la corrupción policial, el miedo al cambio, la división clara de clases, el miedo individual y entre pandillas y, sobre todo, la destrucción de las barreras separadoras, esas que todavía son parte del encuadre, de manera imaginaria o con el hierro inamovible que las forja y las sostiene.

West Side Story. 20th Century Studios.

¡Feliz año nuevo!