Como el cine está en constante cambio, ya no se trata de contar las mismas historias de manera diferente; la mejor idea es romper con los esquemas establecidos, al mismo tiempo que se utilizan los viejos trucos que sostienen mejor una película. Así es como Lorene Scafaria construye su historia sobre bailarina exóticas y le da la profundidad necesaria para que nunca caiga en vicios ni clichés baratos propios de este tipo de filmes. Porque la visión de esta directora es clara y concreta, parte del lenguaje audiovisual estudiado y concretado. Pero se trata de la manera en que su visión de mundo quede plasmada en las imágenes que construye.

En Hustlers, la historia verídica de un grupo de mujeres que consiguió hacer dinero estafando hombres millonarios que buscaban diversión erótica por la noche, los componentes se unen de manera que cada escena funcione como parte de la construcción adecuada de sus personajes. Los momentos de felicidad son acompañados por sentimientos de comodidad, pero también de sacrificio, porque la directora nunca pierde de vista que estas son mujeres con una profesión específica, digna y con sus altos y bajos como cualquier otro trabajo. De esa manera es que los personajes evolucionan y se profundizan mientras se vuelven más expertas en lo que hacen.

Los acontecimientos que se muestran nunca llegan a exagerar la pantalla, porque está claro que la visión de la directora es ir hacia adentro y ver más allá de los bailes exóticos y los excesos que estas mujeres deben enfrentar. Las dinámicas entre ellas nunca se mantienen estáticas: la sororidad puede convertirse en riña, y la emoción por el dinero puede llegar a manifestarse en codicia y ciega ambición. Estas son mujeres con ambiciones, sueños y dificultades por conseguirlos; el filme les permite desarrollarse entre los altos y bajos de lograr lo que quieren y cómo la vida misma les enseña las lecciones más duras con el tiempo.

Le agregamos una de las mejores (si no, la mejor) actuaciones que Jennifer López ha dado en toda su carrera y Hustlers se corona como una de las mejores películas del año. Una que promete nuevos caminos por descubrir en el cine, visiones de color que no habían sido exploradas y tratamientos justos y adecuados para historias que ya es tiempo de verlas salir a la luz.

9/10