Qué agradable resulta ver cuando las series encuentran maneras creativas de contar sus historias entre tanta oferta (no necesariamente buena) que existe estos días. Al día de hoy, la manera de abarcar los relatos de época en las producciones audiovisuales se da con aspectos asincrónicos que caracterizan y le dan nuevos significados a las historias más antiguas. Esta vez, el enfoque está en darle protagonismo a Catalina la Rusa (“Catherine the Great”), la emperatriz que destronó a su esposo y gobernó Rusia durante treinta y cuatro años. Creada por el guionista de The Favourite, Tony McNamara,The Great establece su premisa a través de las geniales caracterizaciones de sus personajes: viciosos, atrevidos y tremendamente egoístas. ¡Esta es una comedia! Y una muy astuta, debo admitir.

El mismo personaje ya fue abarcado este mismo año, con Helen Mirren a la cabeza, pero con un tono más solemne y grandioso, en solo cuatro episodios de una mini serie de HBO. Pero aquí, con la serie original de Hulu, y con el genial asterisco de *historia ocasionalmente verdadera*, la perspectiva estará situada durante el inicio de su llegada a Rusia y las complicaciones que podían surgir al casarse con un emperador joven al mando, interesado solo en beber, coger y divertirse. Aquí, la irreverencia de la serie viene de las excelentes actuaciones de todo el elenco y su manejo adecuado de los diálogos y las situaciones extremas que llevan a la bien manejada sátira y comedia casi siniestra.

Nicholas Hoult y Elle Fanning son el emperador y la emperatriz de Rusia en 1762. The Great, Hulu.

La dupla protagónica, Elle Fanning y Nicholas Hoult, brilla entre las dinámicas y genial presentación de las situaciones que acontecen en el inmenso palacio en el que viven. El carisma de ambos actores permite que no se desborde lo absurdo de la trama, cuya sensibilidad viene en los momentos adecuados y va más allá de los incidentes y acontecimientos satíricos de la serie. Al saber cómo terminará todo, el resultado final (claramente histórico) no es la parte importante de The Great; al contrario, lo último que se quiere, es que llegue ese final. Resulta casi una comedia de situación, en la que se pasa el rato con los personajes, sus locuras y travesuras. Y, en todo caso, su arco narrativo general de la temporada no le quita la fuerza episódica que tiene la serie.

No hay secreto dentro de los muros del palacio. Hulu.

Desde su primer episodio, The Great saca completo provecho de su espacio y convierte al palacio en un personaje más; uno que está compuesto por sus muros, sus ventanas y aquellas figuras que deambulan en los pasillo o que están colocadas en cada entrada. La intimidad no existe y las conversaciones secretas pueden verse comprometidas si se habla muy fuerte. Así, la represión de los sentimientos puede llegar a un punto peligroso de ebullición, mientras que los planes y maquinaciones revolucionarias deben aplicarse con el mayor cuidado posible. Mientras transcurre la diversión desenfrenada, la emperatriz planea su golpe de estado, lo cual da para las mejores subtramas que podrían ingeniarse a partir de la vida dentro del palacio.

Los personajes secundarios son más de lo que parecen ser. The Great, Hulu.

Con todo, la serie está consciente de su superficialidad y la aprovecha para mejorar enormemente cuando quiere profundizar un poco a los personajes. Está claro que las complicaciones de la narrativa vendrán luego, mientras las dinámicas se establecen mejor durante esta primera temporada que introduce a los personajes y los utiliza de las maneras menos esperadas. Los temas de estrategia, cooperación y búsqueda del poder se desenvuelven de manera sutil y bien balanceada a lo largo de los episodios, lo que nos deja con ese aspecto de “pasar el rato con los personajes” mejor logrado que nunca.

La revolución rusa tiene nombre y apellidos. The Great, Hulu.

The Great, entonces, es fácil de asimilar, aunque el humor definitivamente no será de completo agrado para algunas personas. Eso sí, la serie nunca traiciona su concepto y triunfa, también, gracias a su buen diseño de producción y la música juguetona, añadidos perfectos para quedar inmersos en ese mundo escatológico que llega a ciertos extremos de la realidad grotesca de la época. Eso, como debilidad, a veces funciona; y, a ratos, podría verse un poco gratuito. Pero no le quita el disfrute de los geniales guiones y diálogos agudos e irreverentes.

En The Great, tu peor enemigo puede estar más cerca de lo que crees. Hulu.

Así, con segunda temporada asegurada, queda solo descubrir esta genial manera de contar una historia de época: en lugar de apelar a la seriedad y grandiosidad que viene con pelucas y ropajes extravagantes, la bajeza del ser humano queda expuesta con exceso de sexo, comida y la realeza terriblemente egoísta. Todo eso, mientras la esperanzada protagonista busca abrirse paso entre las hipocresías políticas —y hasta religiosas— y pretende construir un mundo mejor.